la mujeres

 

"Tu sexo es aún más tuyo", libro para el que Sylvia de Béjar contó con la ayuda de terapeutas sexuales, ginecólogas y psicólogos, trata el tema sexual, ya sea en solitario o en compañía, sin tapujos, sin tecnicismos, y reivindica la educación desde la juventud "para vivir plenamente nuestra sexualidad".

Como novedad, la autora da mayor importancia a los juguetes sexuales, como las "bolas chinas", que propone integrar en el día a día de las mujeres, con lo que "se conseguiría una mejor vida sexual y se reduciría la cifra del 45 por ciento en la que se sitúa la incontinencia urinaria femenina".

"Regálate un pincel muy fino para estimular tu clítoris" es una de las 366 sugerencias que cierran el libro, junto a direcciones de tiendas de artículos de sexo "recomendables" para mujeres, porque, como matizó la autora, "en el sexo todo vale".

 


 Aparato genital femenino y masculino

La vulva es la parte externa del aparato genital femenino. La constituyen el clítoris y los labios mayores y menores, que rodean el orificio de entrada a la vagina. internamente está formado por los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y la vagina. Los ovarios producen los óvulos (células sexuales femeninas), que son eliminados hacia las trompas de Falopio, donde se produce la fecundación. El útero es un recinto muscular, dentro del cual se desarrolla el feto durante el embarazo. En la mujer, el conducto urinario (uretra) está separado del aparato reproductor.

Para saber más:

El aparato reproductor femenino consta de varios órganos que, por su posición, se clasifican en dos grupos, los órganos genitales internos y los órganos genitales externos. Los internos son el ovario, la trompa de Falopio, el útero y la vagina.  

El ovario es la glándula sexual femenina formadora de las células aptas para la reproducción. Contiene los folículos

ováricos, con un ovocito cada uno, en distinto grado de maduración. Sólo un ovocito llega a la madurez en cada

ciclo normal y es ovulado, el resto de los folículos va a la atresia. El folículo maduro se llama folículo de Graaf y es

expulsado del ovario, en el momento de la ovulación, hacia la trompa para encontrar al espermatozoide y fecundarse. Eventualmente, el ovocito fecundado migra hacia el endometrio para implantarse y comenzar el periodo embrionario de una gestación normal. Si el ovocito no es fecundado por los espermatozoides, migra hacia el endometrio pero, al no tener soporte hormonal (progesterona), se descama con el resto del endometrio en la menstruación. El folículo que ha liberado al óvulo se transforma en cuerpo amarillo (o cuerpo lúteo) y luego degenera en cuerpo albicans.

La otra gran función del ovario es ser una glándula endocrina, que secreta estrógenos y progesterona. Estas

hormonas tienen como función principal la formación de los caracteres sexuales secundarios femeninos, la regulación del ciclo menstrual y el mantenimiento del embarazo.

Las trompas de Falopio son los conductos que se extienden desde los ovarios al útero. Se pueden dividir en varias secciones: la intramural, situada en el espesor de la pared uterina; la ístmica, de 2 a 3 cm, y la ampolla, más dilatada , y que continúa en el

infundíbulo, recortado irregularmente formando fimbrias que se adaptan al ovario como si lo abrazaran. Una de esas fimbrias se adhiere al ovario y recibe el nombre de fimbria ovárica de la trompa. La trompa uterina cumple una doble función: conducir al ovocito del ovario hasta el útero y ser el lugar de la fecundación.

El útero es un órgano muscular, con forma de pera invertida, situado detrás de la vejiga y delante del recto. Consta

de dos partes: el cuerpo uterino, la más voluminosa, y el cuello, que comunica con la vagina. Tiene dos ensanchamientos laterales llamados cuernos en donde se implantan las trompas. El cuello uterino tiene muy pocas fibras musculares lisas pero es

rico en fibras colágenas y elásticas; debe dilatarse aproximadamente diez centímetros en el momento del parto.

Tiene como función primordial albergar al óvulo para nutrirlo y protegerlo en sus estadios de embrión y feto.

La vagina es un órgano tubular musculoepitelial que va desde el cuello uterino hasta la vulva.

La vulva es el conjunto de los órganos genitales externos. Se distinguen en ella varias regiones anatómicas: el monte

de Venus, que es la región púbica cubierta de vello en la mujer adulta; los labios mayores, que son dos repliegues

de piel que cubren los labios menores, o ninfas; el clítoris, que es un órgano eréctil, y el orificio vaginal.

Fisiología del aparato genital femenino

El ciclo menstrual en la mujer se caracteriza por la aparición periódica de una hemorragia a la que se da el

nombre de menstruación. Es un proceso fisiológico regulado por hormonas que procuran la maduración de un ovocito y su liberación del ovario; la ovulación. La duración promedio del ciclo es de 28 días. Se considera primer día del ciclo a aquel

en que comienza la menstruación.

El lóbulo anterior de la hipófisis secreta dos hormonas gonadotropas, la foliculoestimulante (FSH) y la

luteinizante (LH), que estimulan el ciclo ovárico. El ciclo comienza cuando la FSH interviene en la maduración del folículo primordial, que se convierte en folículo de Graaf con un ovocito maduro. Hacia el día catorce del ciclo se produce la ovulación, con cierto aumento brusco del nivel de LH que, a partir de ese momento y hasta completarse el ciclo, actúa estimulando la formación del cuerpo lúteo.

El ovario produce hormonas esteroideas; estrógenos, progesterona y andrógenos. Los andrógenos son hormonas sexuales masculinas que se transforman en estrógenos en el ovario.

Los folículos producen fundamentalmente estrógenos bajo el efecto de la FSH hipofisaria. El cuerpo lúteo, estimulado por la LH, libera sobre todo progesterona.

Las funciones de los estrógenos son: incrementar el espesor epitelial de la vulva y la vagina; producir gran cantidad de moco cervical fluido (que ayuda a la movilidad de los espermatozoides); determinar la fase de proliferación de la mucosa uterina, inhibiendo al mismo tiempo la secreción hipofisaria de FSH; activar la secreción de LH y PRL (prolactina), que desencadena síntesis de progesterona poco antes de la ovulación, y actuar sobre el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.

Las funciones de la progesterona son: disminuir el espesor epitelial de la vulva y de la vagina; favorecer la descamación del endometrio; actuar sobre el moco cervical de forma que sea espeso y difícilmente penetrable por los espermatozoides; favorecer en el endometrio la reacción prerresidual para la anidación y ejercer un efecto sedante sobre el miometrio y las trompas, y provocar una acción hipertérmica (por lo cual hay aumento de la temperatura corporal en la segunda mitad del ciclo).

Alrededor de los 45 a 55 años de edad, a pesar de la persistencia del estímulo hipotálamo-hipofisario, los folículos ováricos se agotan y, como consecuencia, no se producen niveles adecuados de hormonas, los ciclos se hacen irregulares y por último desaparecen; las mestruaciones cesan y el endometrio se atrofia. Esta fase de la vida femenina es conocida como

menopausia.